¿La formación en soft y hard skills tiene que ser aburrida?

Recuerdo la última formación a la que asistí hace unos días para conocer de primera mano las nuevas tendencias del Marketing Digital.

Si bien es cierto que se trataba de una sesión vía Zoom, donde es más fácil dejar de atender por mil razones, mi atención fue evolucionando de esta forma:

• Minuto 0: Muerta de ganas por escuchar lo que me iban a contar
• Minuto 15: Sigo con ganas y atenta, pero… el ponente continúa presentándose a sí mismo y a su empresa, ¿os lo queréis creer?
• Minuto 30: Reconozco que ya no estoy atenta… El ponente diverge con su speech hacia temas que no se relacionan con el objetivo del curso, en paralelo me llega un mail interesante, así que decido poner toda mi atención en él.
• Minuto 45: Soy consciente de que el curso no me aporta valor alguno, y decido disculparme y abandonar la sesión.

Cuando abordamos como empresa una necesidad formativa, tenemos que asegurarnos de que:

• Es real y contrastable a través de evaluaciones de desempeño y competencias, conversaciones de desarrollo profesional, etc.
• Las personas identificadas son las que realmente requieren de esa formación, y están plenamente convencidas de que su participación es importante para mejorar sus capacidades y/o habilidades
• El propósito u objetivos están en plena concordancia con los contenidos, ya sean teóricos o prácticos, que se van a desarrollar, y su duración.
• Se realiza en un entorno de confianza para poderse expresar con naturalidad
• Se facilita que las personas puedan asistir sin provocarles importantes perjuicios en su día a día laboral o personal
• Se hace un seguimiento posterior para evaluar el éxito, que se medirá a través de la mejora en la evaluación de desempeño.

¿A cuántos cursos hemos asistido durante toda nuestra vida profesional que no cumplían ni la mitad de estas premisas?

Estarás conmigo de acuerdo en que eres capaz de identificar aquellas formaciones en las que has participado, de las que no recuerdas exactamente lo que hiciste o lo que aprendiste, pero sí que reconoces lo que evolucionaste como profesional, y que seguramente te facilitó algún que otro reconocimiento…

Si has identificado algún tipo de necesidad formativa en tu empresa, no dudes en contactar conmigo. Juntos, evaluaremos qué, quién, y cómo poner este proyecto en marcha, para que sea todo un éxito para tu empresa y, como no, ¡para tus equipos!